Fecha publicación: 16/07/2023
COSTA DEL SOL 2030
España ya lidera el turismo mundial. El fuerte crecimiento económico español frente a otros países europeos —que en estos momentos languidecen— se debe en gran medida al crecimiento exponencial de un turismo que en el último año ha superado en número de visitas a Francia. Ahora bien, siendo nuestro país la primera potencia turística, no existe un mínimo pensamiento críticoy propositivo —ni en una clase política ni en una profesión de la arquitectura entregada al desarrollo y expansión turística— que quiera replantearse los modelos del turismo de masas para enfrentarse con éxito a retos, como la desintermediación digital, la destrucción medioambiental o el cambio climático, que plantea el siglo XXI. Es algo que sin embargo ya empieza a emerger en la sociedad civil, como reflejan no sólo las últimas protestas acaecidas tanto en las Islas Baleares o en Málaga que revindican un turismo ético, sino también una incipiente literatura de protesta como es la de Anna Pacheco en Barcelona o la de Ana Geranios en la Costa del Sol. También es necesario mencionar el caso del IBAVI, promotor de vivienda pública de las Islas Baleares que, mostrando una actitud crítica con el turismo de masas que sí es necesaria, sin embargo esgrime un planteamiento equivocado, al replegarse en una actitud regionalista que está distanciada de la realidad, por ser incapaz de enfrentarse a los grandes retos que el turismo de masas plantea.
El curso se va a centrar en uno de los tramos de costa mediterránea que durante los últimos cincuenta años ha tenido mayor éxito y, como consecuencia, mayor presión turística. La Costa del Sol, una de las mayores áreas metropolitanas de la península ibérica, arrancó su crecimiento en los años sesenta en
torno a varios pequeños pueblos de pescadores como Marbella, Fuengirola, Benalmádena o Torremolinos, y ha sido impulsado desde entonces por el excepcional microclima que se genera entre la costa y las Sierras Blanca y Bermeja. Desde entonces su crecimiento ha sido imparable, incluso espoleando el éxito de la ciudad de Málaga durante la última década. El curso parte del estudio metropolitano de la Costa de Sol encargado por la Junta de Andalucía y
redactado por Ábalos & Herreros, Ezquiaga, Rueda y Seguí en el año 2002. Se trata de un estudio que hace ya más de veinte años vislumbró la necesidad de considerar toda la Costa del Sol como una gran megalópolis turística, y que como tal había que dotarla de programas e infraestructuras de la escala que una gran ciudad requiere. A la propuesta de una infraestructura de tren urbano que articularía el tramo de Costa entre la ciudad de Málaga y Algeciras, se unía la creación de una serie de equipamientos metropolitanos —como por ejemplo hospitales o instalaciones deportivas—, mostrando una lectura del territorio que en cierta medida confluye con las preocupaciones medioambientales actuales, tratándose temas como la capacidad hídrica de la región, la salvaguarda ecológica, o la protección de los corredores de biodiversidad que se dan en los principales cauces, y que conectaban la costa con la montaña.
Siendo un buen punto de partida, sin embargo, la visión del plan metropolitano necesita ser actualizado a retos contemporáneos como es el turismo de masas —entonces de una escala mucho más moderada— la presión migratoria o el cambio climático. De este modo se plantea un curso que pretende dar respuestas a algunos de los temas que están en la encrucijada del turismo de masas, el crecimiento económico español y la presión medioambiental sobre un territorio ya castigado. ¿Qué tipo de entendimiento del territorio es necesario? ¿Que factores ecológicos han entrado en juego, que sin embargo hace años no eran considerados? ¿Qué infraestructuras ecológicas —verdes, amarillas y azules— son necesarias? ¿Qué tipo de programas y escalas edificatorias son necesarias? ¿Cómo adaptar las tipologías turísticas del hotel o el club de playa a la sensibilidad medioambiental actual? ¿Cómo afecta el cambio climático al crecimiento urbano de la Costa del Sol? ¿Supone un riesgo por el incremento de las temperaturas y el ascenso del nivel del mar, o por el contrario ofrece oportunidades
al desestacionalizar el turismo?
La intención es que el trabajo del curso resulte en una exposición a realizar en una de las salas de exposiciones destacadas de Madrid. Asimismo, se prevé realizar un viaje a conocer la zona en directo.